Salud ambiental y salud laboral, disciplinas estrechamente relacionadas

Las personas pasan gran parte de su vida activa en entornos laborales. En cualquier empresa u organización es imprescindible y obligado garantizar a las personas que forman parte de estas la seguridad y la salud en el trabajo. Esto implica garantizar las condiciones físicas adecuadas para el desarrollo de las tareas, así como proteger a los trabajadores cuando se manipulan máquinas, químicos, sustancias tóxicas, residuos, etc., en general aquellos elementos que pueden provocar efectos nocivos en la salud de las personas.

La salud laboral persigue la prevención de los riesgos laborales y la promoción de la salud física y mental de los trabajadores. Por eso se centra en el conocimiento del sistema productivo y la organización del trabajo para prevenir los riesgos que se derivan de este.

Por otra parte, los riesgos ambientales o de salud ambiental se refieren a conceptos como la contaminación, el manejo de los residuos sólidos, el acceso a agua potable y alcantarillado y la seguridad alimentaria y nutricional, entre otros. Es decir, que la salud ambiental se refiere a la identificación, evaluación, control y prevención de todos los factores ambientales -higiénicos, estructurales y educativos- que pueden afectar adversamente a la salud de las generaciones presentes y futuras.

Así pues, controlar el medio ambiente de trabajo, es decir, las condiciones ambientales -la climatización, los contaminantes químicos y biológicos, los ruidos, las radiaciones ionizantes- forma parte de la acción de la salud laboral, ya que estas condiciones pueden resultar nocivas tanto para la salud física como para la salud psíquica de los trabajadores.

Si bien las realidades son muy variables entre sectores, las relaciones entre el medio ambiente de trabajo y el medio ambiente natural parecen claras. De hecho, los riesgos ambientales del medio natural dependen en gran parte de cómo se desarrolla la gestión de la actividad productiva o de servicios y los sistemas de prevención: vertidos al agua, emisiones a la atmósfera, prevención y gestión de residuos , emisiones de ruido y olores, uso de recursos naturales, materias primas y energía, movilidad de los trabajadores así como el transporte de productos, riesgo de accidentes graves, efectos sobre el territorio y el entorno natural, etc.

Es muy importante, pues, identificar, dentro de cada organización, qué factores deben controlarse para a propiciar el desarrollo de un ambiente sano y favorable para el bienestar de los trabajadores. Y por supuesto, para determinar los factores que posiblemente puedan afectar a la salud de las personas, es necesario un trabajo interdisciplinario para que a través de inspecciones y mediciones se identifiquen los peligros y los riesgos y se adopten medidas adecuadas para controlarlos.

Por todo ello, además de expertos en seguridad y prevención de riesgos laborales, es importante que las compañías, fábricas, industrias, negocios, comercios y comunidades de propietarios, entre otros, cuenten con empresas profesionales especializadas en salud ambiental para realizar desinfecciones periódicas y gestión integral de control de plagas y vectores de enfermedades. Un entorno laboral más saludable para mejorar no sólo la productividad, sino también el entorno y, en definitiva, la calidad de vida de los trabajadores.