La importancia de limpiar y desinfectar para evitar la contaminación ambiental y de superficies

Para poder controlar las fuentes de contaminación, ya sea en el ámbito doméstico, pero sobre todo en el industrial, empresarial y comercial, es imprescindible mantener el máximo nivel de higiene. Ahora bien, es necesario tener en cuenta que limpieza y desinfección no son lo mismo. De hecho, se trata de acciones complementarias, dos fases de un proceso que, si se hace de forma correcta y profesional, tiene beneficios evidentes.

La limpieza es un proceso mediante el cual nos deshacemos de la suciedad, normalmente con agua con algún tipo de detergente. En cambio, la desinfección consiste en eliminar microorganismos (hongos, bacterias, virus…) de las superficies y del ambiente con agentes químicos específicos.

Así pues, disponer de espacios libres de contaminación implica disponer de un buen programa de limpieza y desinfección. En este programa se incluirán los espacios, equipamientos e infraestructuras a tratar, la frecuencia con la que se debe hacer, qué productos y herramientas se deben utilizar, qué procedimientos y técnicas se aplicarán y quién será la persona responsable de todo ese proceso.

Se debe tener en cuenta, también, que hay que incidir en una mayor periodicidad de limpieza y desinfección en aquellos espacios por los que transite un mayor número de personas y que la ventilación y mantenimiento de sistemas de aire es también fundamental para evitar la propagación de enfermedades.

Por tanto, especialmente en cuanto a la desinfección, es un trabajo especializado y que debe ser llevado a cabo por profesionales, que son los únicos que pueden utilizar los productos biocidas adecuados y que conocen cómo deben usarlos y tratarlos para que sean efectivos y no nocivos para la salud de las personas. Así pues, es imprescindible contratar a una empresa autorizada para realizar tratamientos de desinfección, es decir, una empresa que esté inscrita, conforme a la normativa europea, nacional y autonómica, en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB).

La demanda de desinfecciones aumentó mucho en los primeros meses de la pandemia de la COVID-19, pero con el tiempo las medidas de prevención y control se han ido relajando. Y es importante recordar que, aparte de espacios críticos como la industria alimentaria y el ámbito sanitario, donde las desinfecciones están obligadas por el tipo de actividad que se lleva a cabo, los beneficios generales de estas actuaciones son aplicables en cualquier ámbito.

El más evidente es la protección de la salud de las personas, tanto del personal interno como del externo (clientes, proveedor, etc.). Crear hábitos de desinfección revertirán también en un menor riesgo de contaminación de las instalaciones y los productos que se fabriquen o distribuyan. La vida útil de los equipos será más larga. Asimismo, proyectaremos una mejor imagen a nuestros colaboradores y aumentará la confianza de los clientes.

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