La cucaracha americana, la plaga de este verano

Las cucarachas de alcantarillado han sido la plaga más numerosa de este verano. Se han hecho muy visibles, sobre todo en zonas urbanas, debido a las temperaturas elevadas y sostenidas desde la primavera. De hecho, este año las actuaciones generalizadas contra la cucaracha americana, junto con la alemana y, aunque en mucha menor medida, contra la oriental, se han adelantado dos meses —a principios de abril, cuando habitualmente se empezaba a trabajar con intensidad en junio. La Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental (ADEPAP) hace balance de las plagas de este verano, en las que también ha habido mosquitos, aunque los habituales para la época del año, y chinches de cama debido al aumento del turismo. Por su parte, las ratas son ya una plaga presente durante todo el año, aunque en verano se hacen más visibles.

Como ADEPAP ya anunció a raíz del Día Mundial contra las Plagas (6 de junio), este año las actuaciones generalizadas contra algunas plagas se han adelantado dos meses. El cambio climático, que provoca que los inviernos sean mucho más suaves y que el calor llegue antes (este año la temperatura media del verano ha continuado por encima de la media habitual entre 1991 y 2020) y se prolongue en el tiempo, hacen que las plagas de insectos se desestacionalicen y estén activas cada vez durante más meses al año.

Así pues, con la llegada del calor, ya a principios de la primavera se empezaron a detectar plagas de cucarachas de alcantarillado, especialmente en las zonas urbanas. Y en verano estas plagas no han parado de crecer convirtiéndose en una auténtica pesadilla en algunas poblaciones y barrios de grandes ciudades. Sin duda, ha sido la plaga de este verano, como ya advirtió ADEPAP a principios de junio, y todavía se alargará semanas o meses, especialmente si las temperaturas se mantienen altas o suaves durante el otoño.

Este verano ha sido irregular en lo que se refiere a las precipitaciones, seco en algunas zonas y moderadamente lluvioso —con cantidades superiores a la media para la época del año— en otras, sobre todo al inicio de la estación y a principios de septiembre, lo que ha favorecido también la presencia de mosquitos, “tanto del mosquito tigre (Aedes albopictus), al que para proliferar le basta con pequeños charcos o el agua que queda en el fondo de las macetas, cosa que los hace más proclives a aparecer en zonas urbanas; como de mosquito común (Culex pipiens), que ha proliferado en zonas donde ha habido más lluvias o acumulaciones de agua”, explica Andreu Garcia. De todas formas, explica, “no ha sido un verano crítico en cuanto a los mosquitos”. “Cabe destacar”, añade, “que la prevención y los tratamientos que se han ido haciendo desde la llegada del calor han sido muy efectivos”.

Por otra parte, como cada verano, los desplazamientos internacionales a causa del turismo han reactivado las plagas de chinches de cama, y continúa el incremento de garrapatas, tanto las de la familia Ixodidae (garrapatas duras) como muy especialmente la Hyalomma lusitanicum, vector de transmisión de la enfermedad de Lyme o de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo.

El incremento de las restricciones de uso de algunos productos biocidas (rodenticidas-raticidas), sumado a la gran capacidad de adaptación de estos organismos y a las resistencias que van apareciendo en algunas materias activas, provoca que cada vez sea más complejo mantener las poblaciones de ratas bajo los umbrales de tolerancia establecidos.

Podéis ver la nota de prensa completa en NP ADEPAP balance plagas verano 2024_sept2024